En términos médicos, la mama es un órgano compuesto por tejido glandular, tejido graso y piel. Sus medios de fijación son bastante pobres así que es un órgano muy vulnerable con los embarazos, la gravedad, el exceso de volumen y el paso del tiempo.

 

La mama no sólo se relaciona con la maternidad sino que representa la región más destacada de la sexualidad femenina siendo signo de atracción erótica.

 

Desde el punto de vista occidental, los senos de una mujer pueden apartarse de los cánones de belleza por tres motivos: hipoplasia mamaria (mamas pequeñas), hipertrofia mamaria (mamas grandes) o ptosis (mamas caídas).

 

En el aumento de mamas, las prótesis pueden ser colocadas por distintas vías, aunque las más frecuentes son por zona aerolar, surco submamario o bien por vía axilar aprovechando un pliegue de la axila. En todas estas vías de abordaje la cicatriz queda disimulada. 

 

En cuanto al tipo y formas de prótesis nos encontramos con un amplio abanico de posibilidades aunque las más usadas son las anatómicas, facilitando un resultado más natural.

 

El tamaño de la prótesis es algo que hay que tener en cuenta en función de una serie de parámetros como el perímetro torácico, anchura de hombros, cadara, peso o altura. El resultado debe de ser un pecho en armonía y proporción con la paciente.